Como condenados a muerte a los que se les concede una gran última cena, los pasajeros más exclusivos del Titanic murieron con el estómago bien satisfecho. Al menos los de primera clase que, poco antes de que el barco chocara contra un iceberg el 14 de abril de 1912, habían dado cuenta de un orgiástico menú de 10 platos diseñados por el gurú gastronómico de la época, el francés Augusto Escoffier
Exquisiteces como ostras, paté de foie-gras, solomillo de buey o melocotones en confitura de Chartreuse fueron consumidas en la feliz ignorancia de lo que iba a pasar después.
La mera visión del último menú del Titanic produce mareo por su longitud y por la cantidad de platos contundentes que incluye. Sólo se entiende al saber que las cenas a bordo duraban entre cuatro y cinco horas, porque en el barco no había mucho más que hacer. Aparte del paté de postre, sorprende el extraño sprint final posterior al plato fuerte de carne, con pichón de séptimo plato y espárragos de octavo.
Según el libro The last dinner on the Titanic, ésta es la lista completa de lo que se tomó en primera clase:
Primer plato
Canapés almirante (con mantequilla y langostinos)
Ostras
Segundo plato
Consomé Olga (con oporto y vieiras)
Crema de cebada
Tercer plato
Salmón pochado con salsa muselina y pepinos
Cuarto plato
Filet mignons lili (filetes con patatas, foie, alcachofas y trufa)
Salteado de pollo a la lionesa
Calabaza rellena
Quinto plato
Cordero en salsa de menta
Pato asado con salsa de manzana
Solomillo de buey con patatas chateau (torneadas y doradas en mantequilla)
Guisantes, zanahorias con crema, arroz hervido, patatas nuevas hervidas o parmentier.
Sexto plato
Ponche romaine (sorbete de naranja, limón y vino o champán).
Séptimo plato
Pichón asado y berros
Octavo plato
Espárragos fríos con vinagreta
Noveno plato
Paté de foie-gras
Apio
Décimo plato
Waldorf pudding
Melocotones en confitura de Chartreuse
Eclairs (pastelitos) de chocolate y vainilla
Helado francés
Y para terminar
Fruta variada
Quesos
La cena se sirvió con un vino diferente en cada plato -imagina la resaca-, además de café, puros y licores al final. “El restaurante era el último grito en lujo”, recuerda una pasajera citada en el libro. “Las mesas eran alegres con sus rosas y sus margaritas. Las mujeres iban vestidas de satén y seda, y los hombres, inmaculadamente arreglados. La orquesta tocaba piezas de Tchaikovsky y Puccini, y la comida era espléndida”.
En segunda clase, el menú fue más moderado, aunque tampoco se debieron de quedar con hambre. Como era habitual en la dieta británica de la época, primaba la carne y el pescado frente a las verduras. Y sí, el pollo al curry ya estaba de moda.
Consomé de tapioca
Abadejo en salsa
Pollo al curry con arroz
Cordero con salsa de menta
Pavo asado con salsa de arándanos.
Guisantes, puré de nabos, arroz cocido, patatas cocidas y asadas
Pudding de ciruela, confitura de vino, sandwich de coco, helado americano
Frutos secos, fruta variada, quesos, galletas y café
El crítico gastronómico y miembro de la Academia Española de Gastronomía Pablo Amate quien, tras visitar hace dos años en Barcelona la exposición sobre el transatlántico, decidió estudiar los menús de tan lujoso barco.
Los del "Café Parisien", el único comedor de pago en un régimen de crucero con todo incluido, capacidad para unas 50 personas y servido únicamente por camareros franceses, fueron encargados por la compañía propietaria del buque, la White Star Line, al chef Augusto Escoffier, considerado entonces el mejor del mundo y cocinero del selecto Ritz de París.
Después de meses de investigación y de toparse con "muchas falsificaciones", Amate se hizo con el menú original, escrito en francés sobre papel que imita al pergamino, que se sirvió en ese cenador privado en la noche del 14 de abril de 1912, horas antes de que un iceberg hiriera de muerte al Titanic.
Se muestra la importancia que se dio a la gastronomía, según este experto, es que la presentación de los menús del Titanic, que contaba con 40 núcleos de cocina distintos y unos cien cocineros a bordo, fue un "evento social".
Pablo Amate subrayó que un menú considerado entonces "exclusivo" incluía materias primas "mucho más habituales en la actualidad" como el salmón -"que entonces era noruego y salvaje"- o el pollo, antes manjar de "los clientes más ricos del mundo y ahora en la mesa diaria, lo que demuestra que el aumento de producción de ciertos productos selectos hace que se popularicen".
Los platos más exclusivos se regaban con caldos a la altura, champán y licores de producción limitada, y todo se servía, en vajillas originales y muy selectas, con una cubertería del mismo nivel.
Cada clase de pasajeros se encontraba en diferentes áreas de la nave. La mayoría de los pasajeros a bordo del Titanic eran emigrantes de 3 ª clase. Curiosamente, fue también el porcentaje más pequeño de los pasajeros que se salvaron.Se cree que las puertas cerradas, utilizadas para mantener las clases segregadas, impidió que muchos pasajeros de tercera clase tuviesen posibilidad de llegar a la cubierta del barco...
El número exacto de pasajeros del Titanic en el momento del accidente no está clara. Se sabe que la lista "oficial" de pasajeros contiene inexactitudes, omisiones y errores de impresión. La lista incluye los nombres de personas que nunca estuvieron en el barco y faltan los nombres de las personas que fueron definitivamente a bordo del buque. Diversas fuentes dan cifras diferentes, pero sus números sólo se diferencian por unas 30 personas.
El informe de la investigación llevada a cabo sitúa un total de pasajeros y tripulación de 2.208 personas, falleciendo 1.503 en la catástrofe...
Para la recreación parcial del menú del Titanic, en una o varias cenas, contacte usted al Club Gourmet de Bolivia.
Deje sus comentarios o escribanos a nuestra dirección: clubgourmetdebolivia@gmail.com , para un evento inolvidable!!!.
Chef! tengo que decir que este es uno de los articulos y cosas mas interesantes que lei! Realmente me encanta este blog, porque aprendo mucho, y aprecio muchas cosas de lo que es el arte de la Cocina! Mil gracias- Esteban
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